Los surcos nasogenianos son las arrugas que se producen desde el final de la nariz y que se extienden oblicuamente hasta los extremos de la boca. Suelen ser más marcados en personas jóvenes que se ríen y gesticulan mucho y en personas mayores. Se acentúan más con los años, cuando se produce flacidez de los tejidos cutáneos, especialmente de las mejillas, y disminuye el tono muscular de la parte inferior de la cara.
Los surcos nasogenianos, junto con el descenso de las comisuras de los labios dan lugar a una imagen envejecida y triste del rostro, que no se suele corresponder con la realidad.
Por medio de la aplicación de ácido hialurónico, se logra rehidratar la piel disminuyendo los surcos, pliegues y depresiones.