Los poros abiertos son uno de los principales problemas estéticos que nos puede afectar el rostro, favoreciendo además la aparición de espinillas y otras imperfecciones.
La apertura de los poros puede deberse a una falta de hidratación de la piel, una mala limpieza del rostro, falta de exfoliación, una mala dieta, el envejecimiento de la piel, un exceso de sol o malos hábitos como fumar o la falta de ejercicio.
Los poros abiertos, además de verse antiestéticos, pueden suponer un problema mayor para la salud de la piel y el rostro, puesto que de esta forma acumulan suciedad más fácilmente y pueden formarse los molestos puntos negros y las espinillas o los granos. Estos últimos son precisamente consecuencia de una infección producida en los poros muy abiertos donde se ha acumulado un exceso de sebo.
Por suerte existen formas de reducir o cerrar los poros dilatados, la mejor de ellas tratamientos con láser.